¿Cómo decirte que me has ganado poquito a poco? Tú, que llegaste por casualidad…

Poquito a poco o todo desde el comienzo. Me pregunto si nosotros nos quisimos con el tiempo o creímos desde siempre en nuestros besos. Si me quieres o te quiero. Si esos ojos brillan más cuando me miras. Me pregunto si esto será otro amor pasajero o de esos que deshacen la maleta para quedarse de por vida. Lágrimas felices recorren mi cara y se preguntan también. Se preguntan cuántas más derramaré. Se preguntan si exageras o todo esto es de verdad. Se preguntan si podré quererte todavía más…

Y es que cuando me miras desaparece todo lo demás. Huelo tu cuello y ya no existe otro olor. Hasta el olor de ese café de las 14:35 en un sofá de la esquina desaparece. Desaparecen los gritos de los niños volviendo al colegio y sólo estás tú. Tú y tu manía de fulminarme con mentiras piadosas. Preciosa dices. Y yo no te creo. Y peleamos cada día por ver quién quiere más.

Tus abrazos, mi energía. Tus besos, tus “buenos días, princesa”, tus manos en las mías y tus miradas. Tu forma de hacerme el amor y el desayuno por las mañanas. Tus palabras de cada día y tus te quieros a todas horas…Y así me enamoro de ti cada instante. Y así. Así quiero pasar toda mi vida. Con tu sonrisa como único motivo de vivir. Así. Como si fuéramos los dueños del mundo y no lo supiéramos aún.