Ya nada te importa. Ya nada es igual. Llevo cuatro meses sin poder cantar. Y es que aunque no llames, yo SÍ quiero verte, no he podido aún sacarte de mi mente...

Mientras me castigo con la soledad juegas a vestirte con la soledad. y aunque a tus amigos no les digas nada, tu también lo sabes, se ve en tu mirada.

Y es que lo que duele no es que te hayas ido.
 Más que no tenerte me duele tu olvido.